A nivel sutil, la amatista equilibra y conecta los cuerpos físico, emocional y mental, vinculándolos con el espiritual. La amatista es una piedra extraordinariamente poderosa y protectora, su color crea un efecto mental tranquilizante que potencia los estados elevados de conciencia y meditación.
Tiene grandes poderes curativos y limpiadores, potencia la conciencia espiritual, ayuda a que te sientas menos disperso, mas enfocado y en control de tus facultades, también potencia la producción de hormonas, y sintoniza el sistema endocrino y el metabolismo. Alivia dolores de cabeza y permite soltar tensiones. Sana las enfermedades pulmonares y del tracto respiratorio, las dolencias de la piel, los desordenes celulares y del sistema digestivo. Es benéfica para los intestinos, pues regula la flora, elimina parásitos y favorece la reabsorción de agua. La amatista trata el insomnio y aporta un sueño reparador.
Perfecta en la búsqueda del equilibrio, la unaquita no es un cristal excesivamente conocido, y sin embargo sus propiedades son tan importantes que debemos tenerla muy en cuenta. En concreto nos ayuda a centrarnos en esas veces en las que nuestra mente está dispersa y sentimos como un gran caos, nos permite fusionar nuestros aspectos más contradictorios para llegar a conclusiones importantes para nosotros. Por eso, cuando nos sentimos perdidos nos muestra el camino por el que debemos avanzar. Su fuerza puede sernos muy útil cuando queremos despejar el caos emocional que surge en la vida diaria o en un momento determinado. Así cuando no tenemos muy claro si amamos o no amamos a alguien, ella nos da la respuesta. También nos aclara cuáles son las sensaciones y emociones que estamos viviendo. Su fuerza energética es suave y sutil, pero muy eficaz. La unaquita puede ayudarnos a fusionar nuestros tres cuerpos (emocional, físico y espiritual) en uno solo, para que el equilibrio reine en nuestra vida. En meditación puede revelarnos qué partes de nosotros mismos rechazamos y dónde está nuestro conflicto interior para liberarlo. La unaquita tiene la fuerza de la unificación, así que nos conviene cuando necesitamos reunir y recuperar nuestras energías dispersas.
Es la piedra de la tranquilidad y la prudencia, la serenidad y el dominio de la espiritualidad. Antiguamente se le otorgaba el poder de prolongar la vida, atraer la lluvia, y expulsar las energías negativas. Es una piedra de paz y concordia, tiene el valor de la resistencia, la humildad y la justicia, muy valoradas en las tradiciones orientales. Esta piedra estimula la concentración y el desenvolvimiento psíquico, ayuda a conseguir un alto grado de misticismo y aclara aspectos oscuros de la personalidad, fortalece el sistema inmunológico y los riñones. Genera amor divino aumenta la naturaleza y la expresión de los sentimientos, protege de injurias y de los accidentes.
Venerada desde la Antigüedad existen muchas variedades: mitiga el dolor emocional, combate el insomnio y potencia el sistema inmunológico, imprime energía sexual y ayuda a sanar la diabetes; potencia la creatividad y la espiritualidad, favorece la meditación y equilibra el sistema neurovegetativo; que protege los órganos sexuales, aporta energía y regula la producción de adrenalina. El ágata, en general, tiene efectos beneficiosos sobre el ambiente por su capacidad para purificar y recargar energía. En forma de geoda, da paz a los espacios. A nivel terapéutico, estimula el sentido del oído, los protege de infecciones, calma el dolor de estómago y evita las náuseas.
Se trata de un pólipo marino considerado como elemento de poderes extraordinarios, por su dualidad animal/mineral, revestido desde siempre de un gran significado esotérico. El coral rojo tiene la fuerza acuática del mar, y la fuerza fogosa de la vida, que se convierte en piedra a la luz del sol y la potencia del aire, por lo que los cuatro elementos están contenidos en su esencia, y gracias a ellos su potencia se expande por los cuatro mundos: físico, mental, espiritual y divino. En su color se haya el reflejo del guerrero espiritual e indica los senderos del misionero y de la entrega personal. Es eficaz en los conflictos emocionales, los estados de pánico, miedo y tedio. El tono rojo oscuro es estimulante de la corriente sanguínea, indicado para suavizar las hemorroides y varices y detiene las hemorragias. El coral rosado está indicado para la curación de fracturas. El coral negro o violáceo ayuda a leer el subconsciente y a interpretar los sueños. En general, favorece la disolución de las calcificaciones existentes en las articulaciones y huesos.
Su fuerza espiritual es más poderosa que el diamante, y sin embargo no tienta a la codicia. Tiene la virtud de curar todos los males, tanto del alma como del corazón, de la mente o del cuerpo, es la piedra maestra, la que abre todas las puertas. Es el mejor neutralizador de las energías negativas, por ello se recomienda trabajar con él en muchos ejercicios de meditación y colocarlo en lugares estratégicos del hogar. El cuarzo rosa se relaciona como ningún otro cristal con el Amor y sus efectos benéficos. Nos encontramos ante el cristal más relajante que existe. El inmenso poder de sus vibraciones, que nos proporcionan un enorme bienestar físico y emocional, lo convierten en una poderosa piedra de sanación. Está indicado para combatir las energías negativas y recuperar la calma, reforzar la autoestima y crear armonía con el entorno. Cura la angustia emocional que puedan haber provocado las adversidades amorosas o el dolor producido por la pérdida o ausencia de seres amados. Mitiga los traumas vividos en la niñez o adolescencia. Abre el corazón y los afectos, predispone a la sensibilidad, al placer y la belleza.
Es un difusor de las fuerzas regeneradoras y transmutadoras, sobre todo las de tonalidades fucsia, magenta y rosado violetas. Cuanto más oscuro sea el granate, más terrestre o básica será su vibración. Simboliza, sobre todo el de color rojo encendido, la lealtad, el calor humano, la sinceridad, la franqueza, la constancia y la amistad. Cuando un granate verde se utiliza en conjunción con uno rojo, produce el efecto de polarización física, el Ying-yang. Y si se funde su actividad con la poderosa frecuencia del diamante, no sólo se recibe el ímpetu, sino toda una dimensión de energías reconstructivas. En general, cualquier combinación de una piedra roja con otra verde producirá un efecto similar. Es la piedra que alegra el corazón y elimina la tristeza y la melancolía. Protege a lo que deben realizar largos viajes por trabajo, como los marinos, y es excelente para regular las palpitaciones cardíacas, favorece el parto, y es un remedio eficaz contra los venenos. En general, va muy bien para todas las aflicciones que necesitan grandes longitudes de onda de luz y calor, como el reumatismo, artritis o hinchazón e inflamación de las articulaciones. También se usa para problemas de próstata y otros desequilibrios del sistema reproductor.
Confiere rapidez de pensamiento y acción, el jaspe rojo se recomienda para vencer las depresiones y los estados de tristeza o apatía. Gracias a su porosidad, absorbe fácilmente la energía, convirtiéndose en un óptimo regenerador de vibraciones. Sus poderes en el campo de los sentimientos son importantes y efectivos para las personas tímidas e inseguras, puesto que les ayuda a vencer sus miedos y reticencias a la hora de lanzarse a la aventura de una relación amorosa, infundiéndoles valor; de hecho, era utilizado como afrodisíaco antiguamente. Estimula la elocuencia, y propicia sensualidad. Es beneficioso en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, y sexuales, regula la circulación de la sangre, calma el dolor de varices y regula el sistema hormonal. El jaspe sanguíneo (heliotropo) aporta paz y equilibrio y nos activa cuando estamos decaídos, por su composición roja (energía, fuerza) y verde (color de la vida). Propicia las ganas de vivir, y fortalece la autoestima. Está indicado en el tratamiento de enfermedades de los sistemas circulatorios y cardiovasculares. Es un purificador efectivo en el plano físico, pues elimina las impurezas del hígado y el bazo, refuerza el sistema inmunológico.
El lapislázuli simboliza la cimentación de las fuerzas cósmicas sobre la tierra, pero sin apego a la materia. Simboliza la iluminación espiritual entre los hombres que buscan ese algo más que se esconde tras las limitaciones naturales. Es considerada también una piedra del amor y belleza, tanto físico como espiritual. Es la gema de la amistad, fomenta la fidelidad y aporta franqueza, ingeniosidad y delicadeza, permite captar y controlar los impulsos intuitivos y es excelente para la meditación, se recomienda a espíritus refinados con alta capacidad artística y creativa, es beneficiosa para personas nerviosas y para enfrentar la depresión y la tristeza, permite comunicar las emociones, las ideas y los pensamientos desde la conciencia superior. En el cuerpo físico, mejora la visión nocturna, es útil para tratar las afecciones de los ojos; es beneficiosa en el cuidado de la piel, incluso calma la comezón producida por la picadura de insectos. Regenera los tejidos cerebrales, desbloquea las emociones, alivia el dolor de garganta y reduce la molestia de enfermedades respiratorias.
De origen volcánico, la obsidiana es lava que se ha enfriado tan velozmente que los minerales que contiene no han llegado a formarse. Se la conoce como piedra de las profundidades, porque emerge desde lo más profundo de la tierra, de los volcanes y por ello se la supone una piedra de lucha y fuego, desde el principio de los tiempos es la gran piedra protectora. Ciega al mismo tiempo que da luz, y a menudo abre los ojos del alma al tiempo que cierra los de la vida cotidiana, es la piedra de la fuerza de voluntad y la disciplina. La obsidiana es materia pura y aunque se encuentra en las primeras pautas de la evolución, también es la más elevada, la que está a punto de alcanzar al ser. Es la piedra de la justicia, porque ayuda a distinguir con claridad lo que es auténtico de lo que es engañoso para los sentidos. Se relaciona con la vitalidad y el instinto de supervivencia y proyecta sus intensas vibraciones en aras a reforzar los sentimientos de seguridad. A nivel físico, combate enfermedades crónicas y degenerativas, retrasa el envejecimiento, disminuye la sordera progresiva, controla la sudoración excesiva, relaja los músculos, combate la otitis. Es eficaz contra las enfermedades de las articulaciones, y deshace los coágulos en el útero.
Esta variedad del crisoberilo brilla en la oscuridad, como los ojos de un gato. Proporciona paz, serenidad, audacia y valentía. Estimula las actividades que necesitan esfuerzo porque otorga tesón, energía y dinamismo. Se recomienda a personas que hagan deporte, y que realicen esfuerzos físicos. Como amuleto, protege de la hechicería y otorga longevidad. Alienta la creatividad y sagacidad, estimula la capacidad de razonamiento y acción, ayuda a controlar la hipersensibilidad ante las críticas de los demás, aporta seguridad, confianza, claridad mental y aleja la discordia. A nivel físico, regula las funciones del hígado y vesícula biliar, aporta buenas vibraciones al páncreas y los intestinos. Está indicado ante la presencia de trastornos respiratorios, previene las cataratas y el glaucoma, ayuda a luchar contra el acné juvenil, evita las enfermedades de la garganta, reduce la tensión de músculos de cuello y parte superior de la espalda y protege las extremidades.
Este curioso cuarzo con inclusiones de crocidolita dispuesta en franjas concéntricas nos recuerda a los hipnotizadores ojos de un tigre. Es muy valorado para canalizar dos energías esenciales en relación con sus colores: el marrón, propio de la Tierra, y el amarillo-dorado del Sol. Se recomienda a personas que tienen una gran capacidad creativa -aptitud solar-, pero a las que les cuesta concretar sus ideas en un proyecto -solidez y voluntad de la tierra-. Es la piedra de los sigilosos, de quienes piensan antes de hablar, se recomienda a personas nerviosas e imprudentes porque propicia la relajación y ayuda en la meditación. Con esta piedra es posible canalizar la intuición, lo que es útil para las personas que les cuesta leer en el alma del mundo, y garantiza que la persona no se quede anclada en el pasado. A nivel terapéutico, es especial para proteger y tratar problemas oculares. Además regula el metabolismo, intervine a nivel físico como un purificador de la sangre y los órganos viscerales, asimismo es un desinfectante mental. Corrige los trastornos de personalidad, previene el infarto pulmonar y la angina de pecho. Limpia las vías respiratorias, y detiene las hemorragias.
Sus radiaciones armónicas cargan positivamente cualquier ambiente y produce la socialización y el buen entendimiento entre las personas, ayuda a canalizar la energía y las emociones. La turmalina azul -indigolita- tiene efectos sobre la inteligencia y las facultades mentales; estimula la creatividad y el ingenio y aporta valentía y coraje. Se recomienda a personas tímidas y que reprimen sus deseos y sentimientos. Está indicada en trastornos respiratorios, es descongestionante, regula la tiroides y estimula la actividad del cerebro. Ataca la pérdida progresiva de peso y recupera la voz en la afonía. La turmalina sandía, verde y roja, aporta pasión, esperanza y serenidad. Aporta versatilidad y capacidad de moverse en diversos ambientes. Actúa sobre el portador como un equilibrio de la polaridad femenina-masculina, y ayuda a resolver conflictos entre opuestos. Sirve de instrumento a los sensitivos cuando la utilizan como proyecciones curativas La turmalina negra –chorlita- Es una de las piedras más efectivas para neutralizar campos magnéticos que provienen de aparatos eléctricos, pues en lugar de absorber, desvía. También es utilizada en la meditación, despierta la conciencia, aleja los celos y la envidia, protege y defiende en situaciones de peligro y aporta prudencia. Actúa sobre el aparato digestivo, corrige desórdenes menstruales, regula la temperatura de los pies. La turmalina rosa o roja -rubelita- aporta energía vital, combatividad y estabilidad emocional, por eso no se recomienda a personas coléricas. Es una piedra de pasión, amores profundos y sentimientos nobles y altruistas. Potencia la atracción y la seducción, y combate la pena y la melancolía. Es eficaz en el tratamiento de enfermedades nerviosas, de afecciones de la piel y el sistema respiratorio y ayuda a frenar la depresión por motivos amorosos.
Compuesta de fosfato de cobre y aluminio, la turquesa tiene una antiquísima tradición como piedra curativa y mágica. Se la consideraba la piedra de los caballeros pues alentaba el valor, la esperanza, la sinceridad, la amistad, la ternura y el afecto. Se decía que la piedra caía enferma junto a su portador y que perdía color y brillo si la enfermedad avanzaba, para terminar rompiéndose cuando moría. La turquesa aporta grandes dotes comunicativas, sobre todo en el discurso oral. Su gran capacidad de absorción la hace protectora y ello le hace cambiar de color, lo que indica que se debe limpiar y recargar de inmediato. Es la piedra de la eterna juventud. A nivel físico, es un purificador del cuerpo -sangre, semen, fluidos hormonales, también alivia las molestias de las enfermedades respiratorias, actúa frente a las enfermedades cardiovasculares y es útil ante la presencia de trastornos psíquicos. Estimula los procesos de comprensión y aprendizaje y corrige los problemas de motricidad.
Esta variedad de ágata puede mover los pensamientos y centrarlos en aquellos puntos que nadie ha mirado, descubriendo nuevas ideas donde parecía que ya no había nada. El ónice se centra en el desprendimiento y en la superación de las experiencias, evitando el furor por lo positivo y la depresión por lo negativo, mezclando ambas aguas. Filtra todo lo que pasa por él. Mira los horizontes y nos inclina a tener una visión más amplia y extensa de los avatares de la vida. Mantiene el buen humor, aun en momentos de crisis, permite ordenar la confusión que suscitan los sentimientos contradictorios y aleja el sentimiento de culpa. En esta piedra conviven los opuestos y ello la dota de capacidad para la reconciliación y la consonancia con el universo. A nivel físico, fortalece el sistema endocrino, desbloquea el timo, protege los pies de los hongos. Depura el organismo, estimula la oxigenación de la sangre, previene la intolerancia a los alimentos. Fortifica la piel, las uñas y el cabello.
La sodalita es la piedra que esta indicada para personas egocéntricas, y vanidosas, ayuda a la comprensión de los problemas ajenos, es útil en los conflictos con el ego y en los relacionados con el arquetipo del padre.
Recomendable en problemas de asimilación de alimentos, recomendada para el tratamiento de enfermedades relacionadas con los huesos. Despierta los mecanismos de autocuración que todas las personas tenemos.